Cuando estuve por estudios en España me encontré con la grata sorpresa de que existían los microteatros. La persona que me habló de su existencia fue mi amigo Luis quien por esa época le dio por ser actor. Su precio también fue atractivo para mí, vil becaria, €4.50.
Fui solo dos veces. La primera vez recuerdo que no salía de mi asombro: era una obra de 15 minutos, con pocas personas, en un espacio sumamente reducido y donde primaba que el público formaba parte de la obra. Fue intensa, vibrante y emotiva. Cuando salimos 15 minutos más tarde nos encontramos con un brindis de vino donde aprovechamos para hablar de la obra, compartir con las actrices y el actor y conocer gente nueva que ama esto igual que yo. En mi segunda visita el brindis al final no fue solo de vino, sino también de tapas.
¡Salía feliz de esas salitas de teatro! Saber que la cultura estaba al alcance de unos cuantos euros me hacía sentir satisfecha.
Esa misma satisfacción la tuve recientemente cuando me enteré que desde el mes de noviembre contamos con microteatro en Santo Domingo con el plus de que hay 5 obras en simultáneo y que vas rotando para verlas.
Cuando abandoné aquel país sabía que habría cosas que extrañaría, tales como las librerías café, las teterías, las marchas cualquier día por la noche, pero nunca pensé que también lo sería ese teatro de 15 minutos, sencillo e intenso. Saber que ya lo tenemos en nuestra ciudad me abre la esperanza de que muchas otras cosas existan que nos acerque más al disfrute sano y a la amplia formación cultural.
¡Por cuántas cosas vale la alegría viajar!
Me gustó tu relato.Albida Segura.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gustado mucho.Yo a veces voy a algún teatrillo.Sólo que aquí en Zaragoza tienen más espacio y el aforo ronda las 200 plazas.El precio rara vez pasa de los 15€.
Me gustaLe gusta a 1 persona