
Cuando mi amiga de viajes y aventuras Naivi Frías y yo, estábamos planificando visitar Canadá, estuvimos de acuerdo que no podíamos ir a ese país y solo visitar una ciudad, por eso coincidimos en añadir a la agenda a Montreal.
Esta ciudad de la provincia de Quebec, la segunda más poblada de Canadá, tiene un estilo más europeo, bajas temperaturas y parece que muchas oportunidades para el extranjero que piensa vivir allá.
Esta lista de imperdibles de Montreal va para quienes sueñan ir, ya sea como viajeros, turistas o migrantes.
Empezaré por contar cómo corrimos toda la ciudad en busca del centro comercial Eaton a fin de comprar una mochila. Entramos por la estación McGill, una de las tantas que componen la Red Subterránea de la Ciudad de Montreal (RÉSO), un mundo “underground” que se construyó con el fin de que los montrealeses pudieran entrar cuando ataca el duro frío invernal. Ya sea que haga frío o no, no dejes de perderte en este mundo, en alguna de sus tiendas (las hay desde las más económicas, hasta las más chic), restaurantes o exposiciones.
Soy fan de los murales y graffitis, por tanto recorrer el Boulevard Saint Laurent haciéndome la encontradiza con este arte urbano, fue realmente muy grato. Pero en esta calle, una la más populares de la ciudad, también puedes encontrar grandes salas de cines, restaurantes, bares y nada más y nada menos que el Barrio Chino (toda ciudad que se respete, tiene uno). Solo adentrarte en este barrio es llegar al colorido, la buena gastronomía y la cultura de una parte de los asiáticos/as.
Anduvimos toda la calle Saint Paul para llegar a la Plaza Jacques Cartier, lugar donde, no importando si está nublado o frío, tiene mucho movimiento y buena vibra. Allí toman vida propia las terrazas, los bancos al aire libre y los quioscos con ventas de café, algo para picar y por qué no, de arte, vimos algunos que vendían pinturas hechas a lápiz. Fue en esta plaza que encontramos un restaurante donde degustamos La Poutine, comida típica que consiste en papas fritas, carne, queso en grano o bolita y salsa de carne (gravy).

Caminamos a lo largo y ancho el Viejo Puerto o Vieux Port lugar apto para circular, hacer ejercicios, patinar, montar bicicleta o dar una vuelta en bote. Pero si es imprescindible ir al Viejo Puerto, también lo es montarse en la Grande Roue (Gran Rueda) a un costo de 20 CAD. Desde allí se puede ver toda esa zona histórica; también puedes pasear sus alrededores atravesando el puente desde donde puedes tomarte y tomarle muchas fotos a esta gran rueda.
Otra atracción que es imposible dejar de fotografiar es L’horloge o El Reloj de Montreal obra de principios de siglo XX. Ubicado en una gran torre, este reloj te incita a acercarte, que le admires y mientras, vayas viendo no solo su belleza, sino también la del Puente Jacques Cartier erigido encima del río San Lorenzo. Ir hasta allá supone ver varias atracciones por el precio de una, pero todo está libre de pago.
No puedo dejar de mencionar como imperdibles visitar La Biosphère (Biósfera) y Le Jardin de la Lumière (Jardín de las luces). El primero es un museo dedicado al medio ambiente. Solo llegar hasta allá es una gran experiencia, ya entrar es un soplo de esperanza, por la invitación a conservar el medio ambiente y amar la naturaleza. Tiene un costo de 20 CAD y solo está abierto en primavera y verano.
El Jardín de las Luces fue una grata e increíble sorpresa. Este verano tenía una exposición sobre China, Japón y los primeros habitantes de Cánada. El colorido y las luces de Asia destacaron en esta exposición donde el tema central era la cultura e importancia de la pesca para China. La entrada cuesta 20 CAD. Sólo abre dos meses al año, entre septiembre y octubre.

Por último, si quieres admirar la ciudad de Montreal desde arriba, bien arriba, dos lugares debes visitar para ello: L’Oratorie Saint Joseph y Le Parc Mont Royal. La entrada al oratorio es libre y ahí puedes conocer la capilla, la basílica, la imagen de San José, la exposición del Hermano André, quien fundó el oratorio, y claro está, el observatorio desde donde se ve el hermoso y bien cuidado jardín y la ciudad que se confunde con el inmenso cielo. También tiene un museo al que puedes acceder por el módico precio de 4 CAD.
Por su parte, el Parque Mont Royal cuenta con un amplio mirador desde el cual se ve la ciudad con sus grandes y modernos edificios, porque, es importante decir, Montreal también los tiene.
Muchas son las cosas que puedes ver, disfrutar y recomendar de Montreal, pero para mí indiscutiblemente, estos son los imperdibles.
@Viajera Segura/@Parateahitours